Muchas veces los padres como proveedores de atención y de recursos económicos, tienden a ver la vida de los niños como una estancia feliz y libre de preocupaciones, porque después de todo, ellos no tienen que trabajar y
pagar las cuentas.
El estrés es una de las consecuencias directa de la vida moderna, donde cada vez las personas están más sujetas a todo tipo de presiones a las que muchas veces no son capaces de dar respuestas.
Los niños también forman parte de este círculo y de igual manera son vulnerables ante situaciones que ponen en riesgo su tranquilidad.
La psicóloga clínica Ramona Jiménez expresó que los niños están sujetos a todo tipo de presiones al igual que los adultos y que por lo tanto ellos también pueden estresarse.
“Los niños tienden a preocuparse incluso por los problemas de los padres,” explicó Jiménez.
Resaltó que el estrés infantil se ha convertido en una cuestionaste que necesita de respuesta inmediata, por ser esta una problemática que afecta el desenvolvimiento físico emocional de los infantes.
Jiménez toma como elemento influyente el uso constante de la tecnología, señalando que la televisión, los celulares y la tablet crean en los niños un mundo de fantasía que ellos mismos no pueden controlar. Declara que, aunque los agentes estresantes pueden variar en cada niño, por lo general en los de dos a cuatro años la tecnología es lo que más influye.
La tendencia. El uso de los aparatos tecnológicos para calmar a los pequeños es la tendencia más utilizada y los padres acuden a este método ignorando la posibilidad de hacerlos adictos a este artefacto.
En ese sentido, agrega que la exposición frecuente de los chicos a la tecnología los puede impulsar a tener pesadillas, miedo excesivo y ansiedad como consecuencia del alto consumo del aparato.
La psicóloga explica que para evitar este tipo de situaciones es importante que los padres se conviertan en mejores amigos de sus hijos, asegurando que esta es la manera más fácil de ver si algo altera la tranquilidad del menor.
‘’Una técnica favorable es premiar a los chicos cuando hagan algo bien’’, expresó Jiménez refiriéndose a que este tipo de acciones incentiva a los niños a realizar actividades que merezcan ser reconocidas y que los mantenga, en su beneficio, lejos de la tecnología un tiempo considerable.
‘’Los primeros cuatro años de vida están formados por un largo período de exploración, por lo que es importante que los niños conozcan los elementos que se encuentran a su favor en el entorno”, dijo Ramona al señalar la naturaleza como el mejor elemento para el crecimiento emocional y cognitivo del infante.
Además, agregó que en el ámbito clínico los psicólogos son responsables de hacer recomendaciones que ayuden a disminuir el estrés, pero quienes tienen mayor cabida en esta ardua tarea son los padres, por ser ellos los cuidadores directos del infante.
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